A menudo quienes te rodean pueden ser tan mezquinos e irracionales como para hacer de la vida algo muy frustrante. Intenta sobreponerte. No dejes que te afecte. Respeta tus compromisos, haz lo que dijiste que harías, sé amable, ayúdales si puedes, pero no permitas que te arrastren hacia su pobre visión.
Si reaccionas con enojo o resentimiento, habrán conseguido su objetivo y te habrán arrastrado a su mundo. En cambio, responde con la mayor integridad que puedas. Mantente confiado –sin arrogancia- en que lo que estás haciendo es lo correcto. Ten la confianza suficiente como para tomar las decisiones que hacen falta. Ten la fuerza necesaria como para no permitir que sus mezquindades y pequeñeces te afecten. Tu tiempo y tu vida son realmente valiosos.
Defiéndete, sí. Pero sin ponerte a la defensiva. Busca tener una buena perspectiva. Toma la iniciativa para concentrarte en las cosas importantes y no en trivialidades, en las posibilidades a explorar y no en discusiones vacías. Piensa como un ganador. Compórtate como un ganador. Trasciende la confrontación y pon tu energía en lograr lo que deseas lograr.
No hay comentarios:
Publicar un comentario